Estas dinámicas abren un diálogo real, hasta ahora inexistente, entre los distintos actores y colectivos de la realidad jacobea, para poner en común las problemáticas que se viven desde un lado y otro y afrontarlas desde la perspectiva creativa del win & win. Es decir, que ambas partes salgan beneficiadas y lo expresen a través del arte con la ayuda de nuestro servicio de asesoría y acción cultural.
La progresiva turistificación del Camino ha traído consigo una serie de impactos en los hábitats y hábitos de los vecinos y vecinas de las localidades que atraviesa la ruta, quienes si bien se ven favorecidas por su carácter cosmopolita y su retorno económico, también sufren las consecuencias negativas de un fenómeno no estructurado ni integrado a nivel sociocultural.
La Maya Lab nace en Venecia precisamente con el objetivo de mediar entre las dinámicas turísticas y la vida cotidiana vecinal de la ciudad, ciudad que encarna el paradigma de un Patrimonio de la Humanidad medieval, de población escasa y perímetro finito, que ha de convivir con las distintas realidades del siglo XXI.
Todas estas características se asemejan estrechamente a las del Camino de Santiago y nuestra inmersión de tantos años en ambas comunidades y realidades, así como en otras de diversos países, nos facilitan la experiencia y el conocimiento necesarios para establecer las herramientas de intervención idóneas.
La creatividad y el arte se ponen al servicio de la mediación cultural, manteniendo siempre el foco en el equilibrio estético-social-ambiental, para abordar los desafíos desde una mirada global y dar voz literalmente a los distintos actores: a través de actividades y dinámicas participativas diseñadas a propósito, los vecinos y vecinas pueden expresar sus inquietudes a los peregrinos/as, hospitaleros/as, expertos/as jacobeos, representantes locales etc. y viceversa, incluyendo la mayor amplitud posible de perfiles y edades, y así encontrar y manifestar juntos un consenso vinculante a través de distintas expresiones artísticas.