Construcción comunitaria de un Espacio de Eventos
en el albergue Ave Fénix
Uno de los ejes transversales prioritarios del plan Por Amor al Camino es apoyar al Ave Fénix a seguir siendo el refugio de referencia de siempre. Ello implica, entre otras cosas, actualizar algunas de sus instalaciones, activando los mecanismos necesarios para ello, en base a sus principios ecológicos y colaborativos de la reutilización, el reciclaje y el voluntariado, que comparte La Maya Lab en la propia creación de su sede física a bordo del velero Maya.
A la hora de crear y mejorar algunas infraestructuras, se contempló que fueran polivalentes y entre sus usos estuviera el de acoger los eventos del proyecto cultural. Así, se decidió crear una zona de picnic y reposo para los peregrinos (tanto los que pernoctan en el albergue como los que no) que además funcionara puntualmente como Espacio de Eventos. Pusimos especial énfasis en el aire libre, en la creación de zonas de encuentro y trabajo aprovechando las zonas exteriores. Dada la evolución de los acontecimientos y la crisis del Covid, la decisión ha acabado demostrándose como un acierto, permitiendo continuar con la actividad normal durante los años 2020 y 2021, tanto del refugio como de los trabajos culturales.
Se decidió recuperar los espacios que servían antiguamente como serrería y almacenes de reciclaje. Se trata de dos patios del siglo XV que rodean el imponente hospital medieval de peregrinos de Santo Domingo, normalmente cerrados al público. A las tareas de limpieza y preparación de ambos, se unía la complicación de integrar estéticamente algún elemento de techado acorde con el enclave. Tanto la posibilidad de sol como de lluvia obligaban a buscar una solución. Además, había que conseguir oscuridad suficiente para que se apreciaran bien las proyecciones de las conferencias.
Se decidió tirar abajo el antiguo chamizo que servía de almacén y levantar uno nuevo, de manera colaborativa, con viejas vigas de madera y tejado de pizarra, tal y como están hechos el albergue y las casas tradicionales de la zona. Con el palé de las pizarras se construyó una mesa y la antigua carpa se transformó en un estudio para los artistas en el patio anexo. Los grandes tablones de castaño allí guardados sirvieron para montar bancos de asiento. Se colocaron flores y lámparas solares en las áreas utilizadas. Las zonas comunes del albergue se despejaron para facilitar el tránsito de un mayor número de personas y agilizar los movimientos, ayudándonos de cañizo de la zona para marcar las zonas de paso entre ambos hospitales. El baño mixto se reformó integralmente de forma autónoma. La sombrilla que cubría una de las mesas del patio principal fue sustituida por un amplio toldo para poder contar con sombra en casi toda la zona baja. En general, se trabajó y se trabaja intensamente para sacarle el mayor brillo posible al Ave Fénix y acoger de la mejor manera tanto a los peregrinos como los actos culturales.
